domingo, 25 de diciembre de 2011

Me gustaría ser la primera persona en la que piensas al levantarte, en la que piensas por la noche al irte a la cama. Me gustaría compartir contigo los mejores momentos de mi vida. Me gustaría que no te pararas a pensar en el qué dirán. Me gustaría que me besaras cuando y como quisieras. Me gustaría poder decir: 'es mío y solo mío'. Me gustaría mirar el móvil y ver nuestra foto, y ver un mensaje tuyo, el más bonito. Me gustaría que no pudieras vivir sin mis besos. Me gustaría regalarte cada una de las sonrisas que dibujes en mi cara. Me gustaría que me acariciaras, sólo como tú lo sabes hacer. Me gustaría saber que se siente al ser todo para alguien, y tener a alguien a tu lado que lo sea todo. Me gustaría que me susurraras lo mucho que te encanto. Pero..¿sabes qué? me conformo con que me quieras, con que me quieras de verdad.

Trafico con sonrisas

¿Qué cómo soy? Como cualquier otra persona adolescente, con los típicos problemas de hormonas. Dicen que estoy loca, no lo niego. Espontánea, libre, cabezota, impulsiva, imprevisible, llorica y con un fuerte carácter. Soy el tipo de chica que todas critican. Hipócrita, adictiva, maniática. Siempre voy contra el tiempo y capaz de romper los mil relojes de lo formal. Fuerte de coraza, frágil de corazón. Rebelde. Fanática de noches con estrellas y la buena música. Nunca esperéis nada de mí, siempre fallo las dianas y hago daño a los que quiero. Trafico con sonrisas y desamores. Como amiga tengo mil defectos, como enemiga soy perfecta.

Querida yo:

He cambiado, y estoy orgullosa de ello. Asumo mis defectos: mis pies grandes, mis pequeños complejos. Avanzo. Vuelo. Meto la pata. Y vuelvo a empezar. Inspiro a los demás. Sé lo que quiero. Asumo quién soy, y me quiero. Sí, ¡me quiero!

Un poco de mi.

Mis sonrisas te pueden embobar, pero tengo miradas que espantan. Habrá días que estaré 24 h contigo, abrazándote, agobiándote, haciéndote reír. Otros, sin embargo, notarás que no estoy aquí, que nada me incumbe y nadie tiene que ver conmigo. Con el tiempo verás que soy de extremos, que conmigo es blanco o negro, que el gris para mí no existe: o te quiero o te odio, o algo me gusta o no puedo ni verlo, o me da igual todo o todo me influye. También te darás cuenta de que me doy entera a todo; que las cosas, cuando decido hacerlas, las hago dando todo de mi, dejando en ellas sudor y lágrimas. Que cuando lloro, lloro hasta soltar la última lágrima, que cuando río, se me sale toda la fuerza en cada carcajada, que cuando me enfado, lo hago con toda mi energía, que cuando grito, me dejo la garganta y que cuando beso, lo hago como si fuera la última vez. Después de darte cuenta de todo eso, sabrás si eres un poco inteligente, que cualquier día, a cualquier hora, me puedo ir de tu vida tal y como llegué, sin esperarlo, con fuerza y de repente.